lunes, 3 de enero de 2011

Viajes estúpidos

Ultimamente está de moda viajar. No desplazarse, sino viajar que es más largo y más pesado; Cuanto más lejos mejor, cuanto cosas más extrañas traigas, mejor; Cuanto más llames la atención al volver, mejor.

Pero seríamos injustos si consideraramos todos los viajes una estupidez. A la luna se viajó no a hacerse una foto y subirla al tuenti, Colón no fue a buscar chicas (aunque las encontró) y Robert Falcon Scott no viajó a la antártida a hacer amigos. Asímismo tantos y tantos otros no viajaban 'por gusto' y de manera tan derrochadora como muchos hacen ahora; Unos lo hacían para estudiar, otros para trabajar, y otros tantos persiguiendo a su pareja. Hoy no se sabe por qué.


Los viajes a lugares típicos, a capitales, o a desiertos donde tumbarse a la bartola sin disgustos son contra los que me cebaré ahora. Estos viajes de turista suele ser un turismo de superficie porque compras lo que te venden sin apenas buscar o profundizar en la cultura, sin aprender y sin enseñar nada. Lo llamo "turismo epidérmico", y es estúpido o de paleto. No de paleto de pueblo sino de paleto de barrio, de estos que solo salen de barrio para 'salir'(de fiesta).

Los viajes para hacer burrada lejos de los tuyos son otro tipo de viajes que también proliferan. Irse de camping con tus colegas para emborracharte sin rodar por las ceras (porque no hay), irse de erasmus para emborracharte en otro idioma... Una pena. Pero no deja de ser estúpido.

Es de estúpidos que se hagan viajes estúpidos. Viajes estúpidos son aquellos viajes vacíos. Aquellos viajes en los que no te llevas nada ni dejas nada, en los que no dejas huella humana ni quieres que te la dejen, aquellos viajes que al terminarlos no te impulsan a construir a ser mejor y a mejorar el entorno en el que vivas.

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