Antes de nada una introducción: los gallegos tienen el don de darte su opinión sin que tu enteres de qué opinión tienen. No toman partido hasta que saben que partido has tomado tú.
1.Esto es un gallego que va andando con otro y de pronto ven un elefante volando.
Se miran sin decir nada, ninguno quiere ser el primero en reconocer lo que ha visto.
Al cabo de un rato ven otros dos elefantes volando y se vuelven a mirar alzando las cejas. Pero no dicen nada.
Pasan 2 minutos y pasan 10 Elefantes volando. Entonces uno de ellos dice: ¿A dónde irán?
a lo cual el otro responde: -Tendrán un nido...-
2.Esto ha ocurrido de verdad. Un Sacerdote 'meseto' (es decir, de tierras de adentro de españa) que fue a parar a terruño para ocuparse de una parroquia, preguntó a un niño un día: ¿cómo te llamas? a lo que el chaval respondió: -Como mi padre- El Sacerdote volvió a intentar de buenas maneras: ¿Y cómo se llama tu padre? A lo cual el chaval de unos 8 años, con una sonrisa en los labios respondió: "Como yo".
Desde entonces entendió porqué tantos gallegos son tan buenos políticos.
3.Último:
Esto son dos amigos gallegos del colegio que despues de mucho tiempo se encuentran.
-¡Hola Sergio!- ¡Qué tal Clemente!- se abrazan y sergio pregunta:
-¡Bueno, cuentame qué es de tu vida, ya sabes que yo sigo en el restaurante, nos va muy bien! ¡no sé nada de tí desde que terminaste la universidad! ¿Qué hiciste?
-Pues... me casé.
-Te casaste? Y con quien?
-Con Josefina.
-¿Josefina? la de clase?
-Si
-Vaya Clemente! que suerte tienes! y que tal os va? como está ella?
-Pues... murió.
-oh vaya, lo siento muchacho. Era muy maja esa chica ¿y de qué murió?
-De setas
-Bueno, tu ya sabes que el mundo no acaba allí. supongo que miraste hacia adelante y seguiste tu camino, ¿verdad que sí clemente?
-Si, y me casé otra vez.
-Así me gusta muchacho! y con quien te volviste a casar?
-Con Marisol
-¡No me digas! Ah, si que me acuerdo, la hermana del Tomás ¿Verdad? ¡Qué bien clemente, cuanto me alegro! ¿entonces estais bien?
-Bueno, murió...
-Oh, ¡vaya mala pata!, ¡qué pena! ¿fue hace mucho? ¿y de qué murió?
-De setas
-Vaya por Dios, tambien es mala suerte, pero ¡qué se le va a hacer! ¡era buena esa chica!
-pero me volví a casar
-Qué bien! y con quien!
-Con lucía
-¿Tu vecina?
-Sí.
-Bueno... ¿Murió?
-Murió.
-¿de setas?
-No, de sartenazos. ¡Porque no se quería comer las setas!
los gallegos más humildes no poseen estupidez concienzuda, pero sí que nos aprovechamos de su sencillez y llaneza.
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